Enric Llinares - Licenciado en Educación Física, Entrenador Personal
Entrenador de Patinaje en línea
Federación Catalana de Patinaje
01 - Posición básica en el patinaje en línea
02 - Técnica de desplazamiento en el patinaje en línea
03 - Caídas en el patinaje en línea
04 - Técnica para levantarse del suelo en el patinaje en línea
05 - Giros en el patinaje en línea: patín interior de la curva delante
06 - Parada en "T"
07 - Virajes encadenados en bajadas
08 - Giro con cruce por encima, crossover
09 - Patinaje cuesta arriba
10 - Salvar bordillos
11 - Subir y bajar escaleras
Cabeza erguida y mirando al frente, hacia la dirección del patinaje (no al suelo).
Cuello, hombros y brazos relajados.
Tronco en posición vertical (no flexionado), espalda en posición natural.
Ombligo hacia adentro, activando el músculo transverso abdominal: 1 - Transferencia de la fuerza generada en la acción de patinaje del tronco inferior al tronco superior. 2 - Faja abdominal para prevenir problemas de espalda, y seguridad en el patinaje: evita caídas hacía atrás debido a la posición adelantada del centro de gravedad del cuerpo y debido a que no deja que se produzca la extensión lumbar, situación que en caso de producirse, también provocaría una caída hacia atrás.
Piernas relajadas con un pequeño grado de semiflexión en las rodillas.
Anchura patines: patines paralelos mirando al frente y separados directamente debajo de sus
caderas. Una anchura mayor impide extender totalmente el patín de impulso, porqué no permite desplazar el peso sobre el patín de deslizamiento.
Tobillos inclinados ligeramente hacia afuera (supinación) y no en cuña (pronación, hacia
adentro).
Ligera flexión plantar: producida por la pequeña semiflexión de las rodillas (ayuda al equilibrio y a la posición adelantada del centro de gravedad del cuerpo).
Peso distribuido uniformemente sobre ambos patines.
Empuje del patín contra el suelo e inicio de la marcha: Desde la posición básica de patinaje en línea, flexionar ligeramente las rodillas y utilizando todas las ruedas de un patín, empujar el suelo lateralmente y en dirección perpendicular al sentido deseado de desplazamiento. Realizar la acción de empujar con el pie ligeramente en supinación (inclinado hacía fuera) y con el ombligo hacia adentro y el cuerpo totalmente en tabla (sin flexionar tronco en ningún plano).
La pierna del patín que no empuja permanece semiflexionada y con el pie ligeramente
en supinación. Esta pierna soporta el cuerpo y se desliza hacia adelante mediante el patín gracias a la acción del otro patín que realiza el empuje.
Inclinación lateral del cuerpo durante la acción de empuje: Al mismo tiempo que se empuja con el patín, inclinar el cuerpo muy lentamente (no flexionar tronco) hacia el lado contrario del pie que hace la acción de empujar, desequilibrándonos de este modo hacia un lado y llevando el peso del cuerpo hacia la pierna del lado contrario de empuje, manteniendo en todo momento el pie en ligera supinación.
Es importante no pronar el pie (tobillo hacia adentro) en el momento de colocar el
peso del cuerpo encima el pie de apoyo (deslizamiento), al igual que no tener prisa en llevar el peso del cuerpo hacia el lado. Si cambiamos el peso de lado muy bruscamente nos descontrolaremos
dando bandazos de lado a lado.
Extensión de la pierna y elevación del patín de empuje: El patín de empuje realiza la acción de empujar (en ligera supinación, inclinado hacia afuera) hasta levantarse del suelo, momento en que la pierna de empuje llega a su máxima extensión notando el cuádriceps en contracción y el cuerpo llega a su máxima inclinación al lado contrario del pie de empuje y el peso del cuerpo también desplazado totalmente. En el momento que el patín de empuje se levanta del suelo, la pierna de apoyo se extiende y realizamos la acción de crecer con nuestro tronco, con el cuerpo hacia arriba y hacia el lateral.
Recobro de la pierna y posición del patín
en el aire: Mantenemos el cuerpo inclinado al lado (importante este
aspecto) mientras el patín que se ha elevado del suelo regresa lentamente por el aire a pocos centímetros del suelo (por el lado y no por detrás) en busca del otro patín, manteniendo todas sus
ruedas en todo momento paralelas al patín de apoyo y paralelas al suelo (equidistantes al suelo, no levantar talón ni flexionar pierna con los músculos isquiotibiales). El gesto de acercar el
patín del aire se realiza contrayendo solo el recto anterior del cuádriceps y el psoas ilíaco. Contraer el femoral obliga a levantar el talón, siendo incorecto.
El patín del aire se acerca al patín de apoyo (casi tocándolo), y se coloca la rueda delantera del patín que permanece en el aire, adelantada respecto al patín que permanece en el suelo. Se mantiene el equilibrio del cuerpo en esta posición (esperando con el patín en el aire y con el equilibrio totalmente encima de la pierna de apoyo y hacia el lado de la pierna de apoyo).
Acción del patín en contacto con el suelo y inclinación lateral (antes de colocar el patín del aire): Es justo cuando el cuerpo está totalmente inclinado lateralmente y en forma de tabla (con el pie que acaba de realizar la acción de empuje esperando en el aire y casi tocando el patín de apoyo, a la vez que ligeramente adelantado), cuando el pie en contacto con el suelo empieza a hacer la acción contra el suelo hacia el lado contrario y perpendicular al sentido de avance. Un instante después el cuerpo empieza a inclinarse muy lentamente también hacia el lado contrario.
Colocación en el suelo del patín del aire: Esta inclinación hacia el lado contrario irá acercando el pie del aire al suelo, hasta contactar con el suelo (en ligera supinación). Es importante no dirigir/abrir el patín hacia el lado y separado del patín de apoyo en el momento de colocarlo en el suelo. Hay que colocar el patín en el mismo punto donde se encontraba el patín de apoyo y, a la vez, colocarlo paralelo, mirando hacia adelante.
Inclinación del cuerpo al lado contrario: Una vez colocado el patín en el suelo, el peso del cuerpo va colocándose muy poco a poco hacia el otro lado, llegando a la posición de base del patinaje, con rodillas ligeramente flexionadas. Nos desplazamos de nuevo siguiendo los pasos anteriores.
Comportamiento y trayectoria del
desplazamiento durante el patinaje: De este modo descrito, el
equilibrio del cuerpo siempre se encuentra a un lado u al otro (pasando unos instantes por el centro del cuerpo al hacer el cambio de peso de una pierna a la otra), situación que implica que en
el patinaje no describamos una línea recta (como sucede al caminar), sino que describimos diagonales en forma de ziga zaga. Si permanecemos equilibrados duarante más tiempo encima de un patín,
averiguaremos que la trayectoria no es recta, sinó en diagonal.
Frecuencia en las acciones de patinaje: Impulso, deslizamiento. Evitar impulso, impulso, impulso... No se trata de hacer acciones muy seguidas con los patines (nada que ver con caminar o correr). El momento en el que me encuentro deslizándome y equilibrado totalmente hacia un lateral (con un patín en el aire), es el momento en que me puedo mantener en equilibrio todo el rato que quiera. Yo decido cuando inicio el desplazamiento hacia el lado contrario empezando a empujar con el pie de apoyo.
Eficiencia, frecuencia y velocidad en el
patinaje: Si en cada acción se acaba de estirar bien la pierna, la
reacción será mayor y también la eficiencia. No tiene sentido realizar muchas acciones (elevada frecuencia), si no se estiran las piernas, ya que la velocidad final será la misma pero con mucho
más esfuerzo y frecuencia de acciones. Queremos velocidad con menos frecuencia de acciones, y lo conseguimos mediante acciones amplias estirando las piernas y flexionando ligeramente la rodilla
de la pierna de apoyo cuyo patín se encuentra deslizándose. Cuanto más flexione mis rodillas (no el tronco), más espacio recorrerá el patín al realizar la acción de empuje y por lo tanto mayor
será la reacción. Una vez realizada la acción de empuje es importante extender las piernas hasta nuevo empuje.
Utilización de los brazos:
Los brazos deben de estar relajados en todo momento para que ellos mismos compensen las acciones del cuerpo. De todos modos, si analizamos bien su movimiento, vemos que el brazo contrario al pie que se coloca en el suelo, avanza hacia delante pocos instantes después de empezar a avanzar el pie que se despega del suelo (igual pasa al caminar). Por lo tanto es un error avanzar el brazo al mismo tiempo que se avanza el pie, ya que crea un contra movimiento de cadera que perjudica totalmente la lateralidad y inercia del patinaje.
Actitud de deslizamiento, longitud de los patines:
En las ocasiones en las que no se necesite impulsarse (cuesta abajo, viento a favor,…), un patín tiene que estar adelantado respecto del otro (longitud de los patines), para aumentar la estabilidad. Esta posición hace mucho más difícil caerse hacia adelante o hacia atrás.
La idea generalizada de que el patinaje en línea es peligroso proviene en gran medida del miedo a hacerse daño al caer y de la imagen que tenemos en nuestras cabezas de los patinadores que practican el estilo de patinaje agresivo (piruetas sobre barandillas, deslizamientos en bordillos, escaleras, etc.) y de los que practican el patinaje Freestyle, también llamado Half-Pipe (se practica en grandes rampas en forma de medias tuberías).
Pero lo cierto es que la mayoría de patinadores son de Fitness, patinadores y patinadoras que circulan por zonas sin tantos obstáculos ni peligros para la integridad física, suponiendo un riesgo reducido mientras no se patine en las mismas vías que vehículos motorizados. Por lo tanto, el riesgo se limita a las caídas, totalmente controlables, y es por eso que en el patinaje del estilo Fitness hay patinadores de todas las edades.
En relación a las caídas, lo primero de todo, y lo más importante, es el USO DE PROTECCIONES. Sin las protecciones específicas para patinaje en línea, por muy buenos patinadores y patinadoras que seamos, al contactar con el suelo en una caída sin protecciones, nos quemaremos la piel por el roce con el suelo de las manos, brazos y piernas, y no podremos evitar retirar estas partes del suelo por instinto y probablemente la cabeza acabe contactando con el suelo, siendo muy peligroso. Si usamos protecciones, incluso casco según la zona de patinaje escogida, no tenemos que preocuparnos si tenemos las ideas claras en relación a como caer o en relación a como no caer.
Si tu deseo es aprender a patinar, tienes que tener en cuenta que en algún momento caerás, y esto no implica para nada hacerse daño, así que debes aprender a caer, simulando de forma controlada caídas, de manera que en una situación real puedas reaccionar automáticamente y no te hagas daño.
Lo más importante, junto al uso de protecciones es: LAS CAÍDAS DEBEN PRODUCIRSE DE FRENTE, ya que de este modo lo primero que contacta con el suelo son rodillas y/o manos y evitaremos golpes en el suelo con la parte posterior de la cabeza y coxis. En el momento de caer, cuanto más flexionemos rodillas, más cerca del suelo estará nuestro centro de gravedad, y por lo tanto menos altura, menos impacto y menos riesgo de hacerse daño. Es importante caer sobre las rodilleras (protecciones de rodilla) y si el tronco sigue inclinándose hacia adelante, debemos estirar los brazos apoyando las muñequeras (protecciones de mano) en el suelo y las coderas (protecciones de codos). Si al producirse la caída, mantenemos el transverso abdominal activado, escondiendo el ombligo hacía adentro, lo normal es que el contacto no se traduzca a otras zonas como barriga, hombros o incluso cabeza y cara. El cuerpo se mantendrá en forma de tabla y la velocidad que llevemos durante el patinaje, una vez producida la caída y en el suelo, se traducirá en un desplazamiento / deslizamiento encima de las protecciones, más o menos largo dependiendo de la velocidad que lleváramos al patinar y la inercia al contactar con el suelo.
En el caso de caer de espaldas debemos intentar darnos la vuelta rápidamente girando el cuerpo 180 grados antes de contactar con el suelo, de manera que en el momento del impacto con el suelo estemos lo máximo posible de frente.
En el caso de caer de espaldas y no haber logrado girar 180 grados el tronco para caer de frente, las muñequeras deberán tocar primero el suelo, y seguidamente las coderas para repartir el peso, apoyando el antebrazo en el suelo, para no lesionarnos muñecas, a la vez que activamos el transverso abdominal (escondiendo ombligo), de manera que la cabeza no se vaya para atrás. Ideal sería quedarse semi sentado de lado encima de un glúteo y apoyados en manos y codos habiendo disminuido mucho el impacto durante el contacto con las protecciones. Si logramos menos velocidad de impacto y a la vez conseguimos caer de lado, evitaremos lesiones en el coxis al caer de culo.
Si caemos de lado, deberemos contactar con el suelo sobre la rodillera y muñequera y codera del lado hacia donde caemos, protegiendo de esta manera la cabeza.
En definitiva, no tenemos que tener miedo a caer si tenemos claro las diferentes maneras de caer y hacemos buen uso de las protecciones para evitar en todo momento que la cabeza golpee contra el suelo.
Si nos caemos, nos levantamos y esperemos que solo nos llevemos algún que otro golpe y moratón. ¡Ánimo!
Ponerse de rodillas con las manos apoyadas en el suelo delante del cuerpo. Apoyar en el suelo las 4 ruedas de uno de los dos patines, levantando rodilla por delante del cuerpo y entre los dos brazos que siguen apoyados en el suelo.
Nos empezamos a levantar dejando el peso y estirando rodilla de la pierna de contacto con el
suelo. Al estirar rodilla y levantarnos, mantenemos el talón del patín atrasado (activando el femoral) y apoyamos el otro patín al lado del primero, estirando también la rodilla y buscando la
verticalidad del cuerpo hasta llegar a la posición de base. En todo el movimiento es muy importante esconder el ombligo para permanecer en equilibrio.
Una vez ya en desplazamiento, se juntan los patines lo más cerca posible (casi hasta tocarse).
Los patines permanecen en posición de supinación (tobillos hacia afuera, patines inclinados hacia afuera).
Se adelanta y flexiona ligeramente la pierna y patín del lado hacia el que giraremos, sobrepasando el otro patín (este patín es el que guía el giro). El peso del cuerpo se coloca encima de este patín durante el giro, gracias a la flexión de la pierna. Esto, a la vez, evita que la fuerza centrífuga generada durante el giro te expulse de espaldas hacía el exterior de la curva. Al mismo tiempo, el patín trasero se retrasa hacia atrás de tal modo que la pierna trasera queda estirada y el psoas ilíaco de esta pierna se encuentra también estirado. El patín de atrás permanece inclinado hacia afuera, con el tobillo hacia afuera.
Se
prepara el giro estirando y levantando el brazo del lado de giro. La mano se posiciona justo a la altura del ombligo y hacia el lado del giro, en línea con la rodilla. El otro brazo se coloca
estirado y relajado, en contacto con el cuerpo (resiguiendo el cuerpo por el costado).
Se inicia el giro inclinando el patín delantero hacia afuera. Cuanto más se inclina el patín delantero (cuanto más se coloca el tobillo hacia afuera), más cerrado es el giro. Al mismo tiempo, el patín trasero se coloca alineado con el patín delantero, manteniendo el tobillo hacía afuera y evitando en todo momento que el patín trasero se abra hacía el exterior de la curva. Para lograr que el patín trasero no se dirija hacia el exterior de la curva se debe mantener el tobillo del mismo hacia afuera a la vez que su rueda delantera hace la acción de cruzarse por detrás del patín delantero. El hecho de que los patines lleguen incluso a cruzarse, no es un problema.
Para una realización óptima del giro es importante mantener los dos tobillos hacia afuera durante toda la ejecución del giro.
Por último, se acompaña el giro inclinando el cuerpo hacia el interior de la curva y se mira en la dirección hacia la que se quiere ir, es decir, en la dirección del viraje.
Practicar
los dos giros, transfiriendo la técnica al otro lado de giro. Es importante girar tanto hacia la derecha como hacia la izquierda, ya que en las bajadas pronunciadas necesitamos realizar virajes
encadenados.
En la parada en T la posición de los patines forma una T.
Partiendo del desplazamiento, justo en el momento de recobro de la pierna, momento en que el cuerpo se encuentra inclinado hacia un lado, y con el pie de contacto con el suelo en supinación, el patín que se ha elevado del suelo regresa en busca del otro patín por el aire y por detrás (a pocos centímetros del suelo, sin tocar el suelo), y manteniendo todas sus ruedas en todo momento paralelas al suelo (equidistantes al suelo, no levantar talón).
Una vez el patín trasero esta perpendicular al delantero (dejando dos ruedas del patín trasero a un lado del talón del patín delantero y las dos otras ruedas del patín trasero, al otro lado del patín delantero), las ruedas contactan a la vez con el suelo frenando todas ellas a la vez con su parte interior (patín en pronación, inclinado hacia adentro).
La fricción
contra el suelo que ejercen las ruedas del patín trasero (el arrastrado) reduce la velocidad. Para frenar más rápido, hay que aplicar más fuerza contra el suelo.
El hecho de que el patín delantero este colocado inclinado hacia afuera (en supinación), es debido a que de otra forma, al friccionar contra el suelo con el patín trasero, la fricción junto a la colocación del patín delantero inclinado hacia adentro, provocarían una frenada con giro hacia el lado contrario de la pierna delantera, descontrolando de esta manera la frenada.
Durante la parada en T es importante que los brazos permanezcan estirados en prolongación del cuerpo y relajados, a la vez que giramos el tronco (cadera) hacia el mismo lado del patín delantero, quedando el pecho mirando en el sentido de la marcha, y evitando que durante la frenada se produzca un giro indeseado.
Generalmente, los diestros prefieren equilibrarse con su patín izquierdo y arrastrar el derecho por detrás. En los zurdos pasa al contrario. Es lógico, pues en el día a día, en el caso de un diestro por ejemplo, el pie que se levanta para realizar acciones del tipo que sean es el derecho, volviéndose la pierna izquierda la hábil para equilibrarse en cualquier situación.
La parada en T, aunque se puede utilizar en determinados casos, tiene el inconveniente del excesivo desgaste de las ruedas ya que se usan los bordes internos de las ruedas como freno.
Siempre es más recomendado parar con antelación y con giros y utilizar esta técnica cuando la situación lo exija.